lunes, 9 de julio de 2007

Depredaciones amenazan Salto de Jimenoa

POR: JOSE ANTONIO TORRES. El Salto de Jimenoa y varios bosques primarios podrían desaparecer por las depredaciones que realizan personas que amparadas en autorizaciones de Medio Ambiente destruyen pinales y extraen materiales para la construcción.
La extracción de arena, grava, y otros materiales que realiza una empresa está provocando daños irreparables en el ecosistema del lugar, de acuerdo a técnicos ligados a Medio Ambiente, las operaciones en el lugar violan las leyes ambientales, porque allí existe una pendiente de aproximadamente 80 grados, mientras la ley prohíbe ese tipo de trabajo en cualquier lugar que la pendiente supere los 60 grados.

A este respecto, el artículo 122 de la Ley sobre Medio Ambiente, establece que: "se prohíbe dar a los suelos montañosos con pendientes igual o superior a 60 grados de inclinación el uso de laboreo intensivo, arado, remoción o cualquier otra labor que incremente la erosión".

A la redacción de El Nacional llegó un documento firmado por varias personalidades de Jarabacoa, y que encabeza monseñor Fabio Mamerto Rivas, en el que se oponen a las operaciones de la mina de granza, ubicada en el kilómetro 6 de la carretera Jarabacoa-Constanza.

Señalan que lo más penoso de la situación es que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, sin hacer una evaluación de los daños que está causando la granza al ecosistema otorgaron permiso de explotación de la mina al señor Cristhian Galán, quien a su vez se lo alquiló a Tavito Durán.

Además de monseñor Mamerto Rivas, firman el documento los empresarios turísticos Omar Rodríguez y Luis Tiburcio, así como los dirigentes comunitarios Gerineldo de los Santos y Manuel Pacheco.
intervención de Medio Ambiente es necesaria y urgente, antes que ese bosque primario desaparezca por completo, demandan además la inmediata remediación del daño causado a la ecología de Jarabacoa, así como la aplicación de la ley a los funcionarios envueltos en este caso.

"Han tumbado una montaña ubicada en el kilómetro seis de la carretera que va de Jarabacoa para Constanza, exactamente encima de El Salto de Jimenoa, cuyas aguas son teñidas de marrón chocolate cada vez que llueve", expresó el economista Pacheco al depositar el documento de protesta.

De acuerdo a los ambientalistas de continuar el ritmo de extracción de materiales, en menos de dos años el área podría estar desértica y los caudales del río Jimenoa reducidos al mínimo, la misma ley ambiental indica que los funcionarios que ordenen o permitan a sus subalternos o particulares la ejecución de acciones que perjudican el patrimonio natural de la nación o la salud de los habitantes.

En una comunicación del subsecretario de Medio Ambiente, ingeniero Ernesto Reyna Alcántara, enviada el 23 de mayo de este año, al procurador de Medio Ambiente, licenciado Andrés Chalas Velásquez, reconoce las alteraciones "al frágil ecosistema de la zona" y manifiesta que se reserva el derecho a tomar las medidas de lugar.

El técnico conservacionista de la Secretaría de Medio Ambiente, licenciado César R. Sena, envió el 3 de mayo de este año, un oficio al director de Cuencas Hidrográficas, ingeniero Luis Espinosa, en el que asegura comprobó los daños al ecosistema, así como el vencimiento del permiso de operaciones de los propietarios de la mina.

"Le informamos señor director que los cortes que han realizado son muy desastrosos debido a que han bajado mucho material de la loma y están laborando al borde de la carretera que comunica con Jarabacoa", expresa el informe, y más adelante agrega: "notamos que en todo el recorrido se han afectado varios árboles de pinos adultos nativos y otras especies de la zona".

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