sábado, 25 de agosto de 2007

A tres años de gobierno Leonel y el PLD siguen de espaldas a comunidad dominicana en Nueva York

NUEVA YORK._ A tres años y algunos días de haber regresado al Palacio Nacional en la República Dominicana el presidente Leonel Fernández y su partido de la Liberación Dominicana, siguen de espaldas a la comunidad criolla radicada en Nueva York.

Leonel, que bajo tórridas y permanentes promesas de campaña, en las que esbozaba lindos discursos con retórica que convencía hasta a sus más enconados adversarios sobre “la importancia”, “las bondades” y “los aportes” económicos de la diáspora en el exterior, hizo el compromiso de que a partir del 16 de agosto del año 2004, la comunidad criolla en ultramar, vería cómo una nueva visión desde el poder, la beneficiaría con una serie de planes, proyectos y programas que la harían sentirse orgullosa de su presidente, del partido en el poder y de una política oficial que alcanzaría el más amplio espectro comunitario
Pero como dice el refrán, “del dicho al hecho, hay mucho trecho” y ese limbo parece que se tragó tanto las palabras como el accionar del presidente y sus representantes inmediatos en Nueva York, donde obtuvo la más alta votación de todo el exterior, alcanzando más del 70% en los comicios presidenciales del 2004.

Todo se derrumbó con varios escándalos que aunque la seccional del PLD intentó taparlos, trascendieron a la luz pública gracias a los trabajos de investigación y objetividad de varios reporteros locales que escriben para diarios nacionales y locales.
El primero de ellos fue la venta de carnets del Departamento Nacional de Investigaciones (DNI) a ex miembros de un grupo externo que estuvo dirigido por Kilsie Fernández, hermana del primer mandatario y que operó durante la campaña del 2004 en la avenida Audubon y la calle 181 en el Alto Manhattan.

Ese escándalo, involucró al señor Juan Soler, presidente del Comité Intermedio Mayor Antonio Fernández Collado y uno de los cuadros más cercanos a Danilo Medina. Su vínculo con el PLD fue negado públicamente por una comisión del partido y en una asamblea se intentó ocultar la gravedad del hecho.
Soler, tuvo posteriormente que llegar a un acuerdo con la fiscalía de Manhattan para devolver en el plazo de un año el dinero entregado al Movimiento de Veteranos Civiles Dominicanos que preside y sentenciado a un año de libertad condicional.

Otro de los escándalos mayúsculos que han empañado en Nueva York la gestión peledeísta es la acusación de abuso sexual en tercer grado que mantienen la dirigente reeleccionista Ivert Rodríguez contra el presidente estatal del partido y embajador alterno en la ONU Frank Cortorreal.
Luego, la creación de un llamado “Consejo Consultivo” que supuestamente se encargaría de estudiar las necesidades de la comunidad, presentar diagnósticos y recomendaciones a la presidencia y buscar soluciones, se convirtió en uno de los grandes “bultos” de la administración morada.

Ese organismo presidido por la doctora Ramona Hernández, está integrado mayoritariamente por cuadros dirigenciales del peledeísmo, los que hasta ahora, no han rendido ningún resultado. Todos, fueron nombrados por decreto presidencial supuestamente en calidad de “honoríficos”.
Después de la toma de posesión de José Fernández como el primer cónsul general del segundo gobierno de Leonel, la sede consular se convirtió en un hermético “bunker” tanto para la comunidad como para la mayoría de los dirigentes y militantes del PLD que denunciaban insistentemente que Fernández, les cerraba las puertas como si se tratara de “enemigos” del gobierno.

Se acusó a ese cónsul también de tenderse un estrecho círculo de “adulones” y guarda espaldas que lo mantenían excluido de la comunidad. Para otros sin embargo, el funcionario fue uno de los cónsules que cerca estuvo de sus compatriotas.
Esperen la segunda parte de este reportaje.
Miguel Cruz Tejada

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