miércoles, 22 de agosto de 2007

De buena tinta - No hay silla pa' tanta gente

A muchos subsecretarios no les guardan ni sillas cuando van a ocupar sus puestos.
A los subsecretarios recién nombrados les dura la felicidad hasta que llegan a ocupar sus puestos, pues descubren que valen menos que las asistentes, que tienen escritorios y sillas asignadas.

Eso ocurría antes, y también ahora. La razón es que son demasiados y ya se acabaron los espacios y las disponibilidades de personal subalterno. Como lo que se quiere es el rango y el sueldo, esa desconsideración se pasa por alto.

Hay una historia de vergüenza, pero que se cuenta como si fuera un chiste. Un conocido fue buscando a un subsecretario para que lo ayudara en una diligencia, y cuando preguntó por él, se asustó de la reacción:

-“¿Quién? Ese ni una silla tiene aquí.

–Pero me dijeron que era subsecretario

-¿Y qué?...”.

Esa experiencia va a repetirse ahora con el agravante de que se hicieron designaciones sin la anuencia del titular, y éste buscará la forma de imponer su autoridad poniéndosela difícil al flamante funcionario.

¿Cómo serán las relaciones entre Babado y Franklin ahora que forman parte de un mismo gobierno y se encaminan hacia igual propósito de que Leonel se desempeñe como Presidente por cuatro años más?De seguro que no se atreverá a arrancarle el micrófono como en aquella lejana ocasión en la UASD.

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