jueves, 8 de noviembre de 2007

Damnificados del Bajo Yuna piden los saquen de refugios

ESTADOS UNIDOS Y GRAN BRETAÑA DISTRIBUYEN ALIMENTOS EN ESA ZONA

BAJO YUNA.- Dos helicópteros de Estados Unidos y Gran Bretaña distribuyeron ayer alimentos en comunidades que aún están aisladas por las inundaciones en el Bajo Yuna, mientras las familias damnificadas piden al Gobierno que los ayude a salir de los refugios, alegando que no soportan seguir viviendo en esos lugares en condiciones precarias.

Los refugiados señalan que viven en condiciones de hacinamiento y promiscuidad, ya que hombres, mujeres, niños, niñas, conocidos y desconocidos tienen que compartir espacios que no son amplios y apropiados para albergar a tantas personas.

Asimismo sostienen que la ayuda que están recibiendo en los refugios no es suficiente, con el agravante de que los hombres no pueden trabajar porque las inundaciones se los impiden. No obstante, se pudo apreciar que las aguas continúan bajando en el Bajo Yuna, pero aún así decenas de comunidades siguen incomunicadas.

Los puentes y pasos peatonales que sufrieron destrucciones por las lluvias fueron reparados, lo que ha permitido el restablecimiento del tránsito. Ayer el tránsito de vehículos que estaba interrumpido por la carretera Cotuí- Maimón y Santo Domingo, así como Cotuí-Fantino y San Francisco de Macorís, fue restablecido con el arreglo de los puentes que se habían desplomado. No obstante, la circulación de vehículos entre Cotuí-Cevico y Monte Plata todavía ayer era imposible por la destrucción de carreteras y puentes que ha incomunicado a numerosas comunidades.

Las escuelas de Manatíes en Cevicos y de Hatillo en Cotuí continuaban ayer ocupadas por personas que fueron refugiadas allí tras las inundaciones, lo que ha impedido a cientos de estudiantes recibir docencia.

También las inundaciones continuaban en las comunidades del Broque, la Salaya, el Plátano, Hatillo, la Isleta, la Vuelta, Terrejón, Babacuí y otras.

PENURIAS
Los damnificados de esas localidades dicen que la ayuda que están recibiendo es muy poca. Jacobo de la Cruz, Nancy Durán Batista y Francisca Reynoso, dijeron que la mayoría de ellos perdieron sus casas a causa de la crecida del Yuna y que ahora no tienen donde vivir, por lo que están pidiendo al Gobierno que los requbique en lugares seguros.

También denunciaron que el río arrasó con las plantaciones agrícolas y que muchas personas sólo quedaron con las pocas vestimentas con las que dormían.

Durán Batista reconoció que los damnificados son muchos en todo el país y que las ayudas hay que distribuirlas de la mejor forma, pero entiende que las autoridades deben hacer algo para sacarlos de los refugios porque están pasando calamidades. Inclusive, sostienen que aparte de las limitaciones que confrontan, en los refugios lo primero que se pierde es la privacidad de las personas, pues en muchos de esos lugares tienen que hacer sus necesidades en medio de condiciones precarias y a la vista de otros.

Por: Ricardo Santana / Andrés Vásquez

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