martes, 30 de octubre de 2007

Tormenta Noel se ensañó contra Monseñor Nouel


BONAO.- “Fue una noche de terror, de angustia y desesperación”, con esas palabras residentes de los barrios Las Flores y V Centenario de Piedra Blanca, en la provincia Monseñor Nouel, describieron ayer lo ocurrido la madrugada del pasado lunes cuando las aguas del río Maimón crecieron a causa de las lluvias provocadas por la tormenta Noel, se salió de su cauce, dejando muerte y destrucción a su paso.

Residencias llenas de lodo y agua, ajuares destruidos, calles inundadas, desolación, tristeza y desesperanza marcaban ayer los rostros y el ambiente de los referidos barrios.

Los residentes del lugar manifestaron que no encuentran explicación de lo que ocurrió, porque el río subió de repente y atrapó a muchos de ellos durmiendo, lo que no les permitió reaccionar a tiempo.

Muchos lloraban desconsolados, al recordar como la furia de la naturaleza les arrancó de sus manos a sus seres queridos, entre ellos niños y ancianos, quienes dejaron un gran vacío entre sus familiares.

“Eso fue como a las 2:00 de la madrugada cuando el río nos sorprendió y nosotros y nuestros vecinos salimos despavoridos y nos refugiamos en una mata de aguacate y hubo un momento en que el río subió más y las fuertes corrientes le arrancaron de las manos a mi vecino su hijo de seis años de edad, quien gritaba, “papi yo no me quiero ahogar, yo no me quiero ahogar”, pero su papá no pudo hacer nada por él”, narró con la voz entrecortada por el llanto Lucía Araujo, una de las damnificadas por la tormenta.

Sin palabra por el dolor

En tanto que Sagrario Pérez, padre de Abel, uno de los niños desaparecidos y que también tenía seis años dijo entristecido: “No tengo palabras para describir eso, yo agarré a mi hijo por la mano, pero el río me lo arrebató y luego logré agarrarlo por el cuello, pero no pude, no pude retenerlo y el río se lo llevó”.

Una situación similar aquejó a Mary de León y José Jiménez, quienes perdieron a su pequeña Nayeli, quien contaba con la misma edad de los otros dos menores .

También se encuentran desaparecidos otros dos infantes de un mes de nacido y un año y medio de edad, de quienes fue imposible obtener los nombres.

Un milagro
Los moradores de Las Flores y el V Centenario aseguran que Dios hizo su obra, porque se mantuvieron orando con fe y frente a esa gran tragedia conservaron la calma, evitando que la cantidad de víctimas fuera mayor.
Señalaron que pese a que las ramas del árbol de aguacate se quebraban se agarraron del “Todopoderoso” y le oraron con más fe, quien les hizo el milagro de mantenerlos vivos.

“Desde el primer momento yo comencé a orar y mi niño de 15 años, que es monaguillo de la iglesia también, y siempre él dijo, “mantengan la fe, tranquilos,la calma y nada, Dios haría la obra”, dijo Araujo.

El río

De su lado, el presidente del Consejo Municipal de Desarrollo, Cirilo Bidó, aseguró que la última vez que las aguas del afluente Maimón crecieron fue hace más de 50 años.

Explicó que el puente atascó las aguas del río, lo que provocó su desbordamiento hacia los barrios.

Existen más de 700 familias afectadas por las inundaciones, cuyos miembros tendrán que comenzar de cero para reconstruir sus viviendas..

Ausencia

Casas llenas de lodo y agua, ajuares destruidos, calles inundadas, destrucción, desolación, tristeza y desesperanza, marcaban ayer el ambiente de los barrios las Flores y V Centenario donde a pesar de la grave situación las autoridades todavía al mediodía de ayer no se habían presentado.

Los moradores del lugar, mientras rescataban lo poco que el río les dejó demandaron ayuda de parte del Gobierno, ya que no tienen los medios para seguir adelante.
Por: Wendy Arias

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