A.M. - Top Secret

Una de las grandes iniciativas de la campaña ya empezada formalmente por el PLD y demás contendientes, -aunque no oficialmente por la JCE-, es la explicada por Franklyn Almeyda para sorpresa y horror de cualquier ciudadano consciente y celoso de sus libertades individuales.

Almeyda ha advertido, o explicado, que su nuevo sistema de captación de votos, "el padroncillo", le va a permitir saber quién (y en consecuencia también "quién no"), ha votado por su líder máximo. Si quien ha ideado y organizado este sistema no fuera el secretario de Interior y Policía, la cosa no pasaría de ser una exageración propia de esta temporada electorera. Un farol, que dicen los jugadores de mus. ¿Se imaginan esas declaraciones en boca del ministro de Interior de cualquier otro país? Darían escalofríos.

Pero esa es una consecuencia lógica de esta doble jefatura que nos administra. Tener al comité político de un partido en el gabinete de gobierno tiene esas cosas... incompatibilidades, tentaciones, conflictos de intereses, pequeñas e inadmisibles menudencias que obligan a analizar con lupa cualquier cosa que hagan los ministros/compañeros/candidatos.

El voto era secreto, creíamos. Universal y secreto. Ya no, ahora, con la obsesiva y peligrosa determinación peledeísta de irse en la primera vuelta, el voto ya no es secreto. Ahora, Franklyn, el que todo lo ve, va a saber por quién o por quién no votó usted. Por lo menos eso intenta o cree. (No se entiende cómo, por mucho que usted lleve su listica de 20 amigos a un comité del PLD, va a tener seguridad de que los apuntados no vayan a votar por quien les apetezca)

IAizpun@diariolibre.com