Candidatura reeleccionista recibe poco apoyo municipios parte Oeste

Las denuncias sobre el disgusto de dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en los municipios de la parte Oeste, donde han colocado en posiciones claves personas que responden a los lineamientos del senador, condenando a todos los que no se someten a su persona, está dando resultados negativos a la candidatura de Leonel Fernández.

De ahí la insistencia de los dirigentes de la campaña en la provincia para que el mandatario comenzara con Luperón, donde no recibió el calor humano, pero que además provocaron apresamientos de perredeístas que supuestamente boicotearían la presencia de Leonel Fernández.

En Villa Isabela, además de protestas de personas en las calles con calderos vacíos, sabanas blancas, la cantidad que salió a recibir al presidente reeleccionista dio mucho qué desear y pone en tela de juicio el trabajo realizado por el protegido del senador Francis Vargas. Lo mismo sucedió en Los Hidalgos, donde cuentan los reporteros que parecía más bien un cementerio, pues la cantidad de personas que salió a las calles fue muy reducida.

No se detuvo ahí la situación, sino que en Guananico, que está siendo beneficiado con el asfaltado de sus calles, ni siquiera se dignó en darle el recibimiento adecuado al mandatario que ha asfalto las calles después de más de 20 años sin que sucediera.

El Faro dio a conocer la preocupación de decenas de peledeístas contra los dirigentes de la campaña electoral que estaban discriminando a los verdaderos dirigentes del partido para colocar en las posiciones "oficiales a personas que no llegan ni al rango de cabo," sólo por pertenecer al equipo del comité provincial que ni siquiera ha puesto a trabajar su maquinaria, sino que se apoya en los comités municipales.

Los únicos dos municipios que respondieron al presidente Leonel Fernández fueron Altamira, que está orientada por Max Puig e Imbert que tiene como síndico a Valentín Hernández, que aunque responde a la línea de Francis Vargas es un líder del lugar que ha trabajado como síndico y no ha jugado con los sentimientos de los imberteños.