lunes, 19 de noviembre de 2007

Granceras reanudaron de inmediato extracción

Degnis de León

SANTO DOMINGO.- A pesar de que la mayoría de las granceras que funcionan a orillas de los diferentes ríos del país están cerradas, algunas que recibieron permisos especiales por parte de las autoridades reanudaron de inmediato sus operaciones de venta y extracción de materiales de construcción.

Empleados de las granceras que ayer estaban extrayendo materiales trabajaban como un día cualquiera y los camiones salían cargados de agregados de construcción.

A pesar de que reporteros de EL DÍA trataron de contactar al encargado de una de esas empresas, los empleados rehusaron dar información por no estar autorizados. Sin embargo, se veían los camiones entrar y salir llenos de materiales, debido a que la Secretaría de Medio Ambiente les concedió un permiso especial.

Las empresas autorizadas para seguir extrayendo materiales, porque alegadamente cumplen los requerimientos y porque supuestamente se necesitan para la reconstrucción del país, son Agregados Alba Sánchez, Tavárez Industrial, Agregados Nizao, Ozorio y Asociados, según consta en la resolución de la Secretaría de Medio Ambiente.

Otras granceras

Durante el recorrido los reporteros de EL DÍA pudieron constatar que las demás granceras que no tienen permisos especiales tienen sus equipos apagados, los cuales mantienen a orillas de los ríos.

La única señal de vida que presentan esas instalaciones es la de los miembros de seguridad en custodia.

El secretario de Medio Ambiente, Omar Ramírez, explicó que los materiales y agregados que sean extraídos de esas canteras serán utilizados en las reparaciones de varias obras afectadas por la tormenta Noel, a los fines de ponerlas en funcionamiento.

La autorización a éstas empresas se produjo a menos de una semana de que entrara en vigencia la prohibición de las autoridades de Medio Ambiente.

Las operaciones

Algunas de las empresas que continúan con la extracción de materiales, desde que observan la llegada de los periodistas apagan sus equipos y el personal alega que acatan las decisiones de Medio Ambiente, como es el caso de la grancera Alba Sánchez, que a pesar del permiso cierra las puertas, pero continúan con las salidas de camiones cargados de agregados. El personal de seguridad se pone furioso y levanta sus armas ante los comunicadores.

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